miércoles, 26 de septiembre de 2012

Otro viaje de El Quijote


Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído. (Jorge Luis Borges)

En este Viaje a Portugal, mi Dulcinea es La Dama de las Camelias. En vez de Sancho, me acompaña El Caballero de la Armadura Oxidada. Me han dado Las Armas Secretas Los Grandes Iniciados usando el Artificio de El Tamaño de mi Esperanza. El Cuervo auguró su Historia Universal de la Infamia cuando  Un Suceso en el Puente Sobre el Río Owl basculaba el alma sin vida de El Hombre Mediocre. Platero y Yo ayudamos a Robin Hood a lanzar La Flecha Negra, después de resucitar a Romeo y Julieta con El Perfume de La Celestina.

 

No visito Las Siete Iglesias (allí Lloran las Viejas Campanas), pero sí El Club Dumas donde Los Tres Mosqueteros beben sin miedo El vino de Anjou. Creo que ya van Las Mil y Una Noches, desde La Última Cena, cuando Quevedo desafió a Góngora por las Rimas que  circulaban en La República, y que La Política, con Orgullo y Prejuicio, atribuía al poeta cojitranco.  “No queda sino batirnos, dijo Don Francisco”. La Metamorfosis se produjo cuando Lope de Vega, Facundo, levantó su mano pálida como ostia, conocedora de Guerra y Paz. “El Príncipe”, refunfuñó, Cándido, o el Optimismo que le daba el tener su Corazón de Tinieblas ligado al creador de Fuente Ovejuna. Un español, narrando  El Proceso, dijo que El Capitán Alatriste al ver a su amigo en peligro metió la mano bajo La Caperucita Roja, agarró a Tizona, se atusó el mostacho, se tocó las Alas Rotas de El Sombrero de Tres Picos y volteó sus ojos fríos como El Sol de Breda o Una Invernada Entre los Hielos.  
Solo aquí se entiende El Código Davinci. Hoy vi a El Conde de Montecristo. Dijo La Ilustre Fregona que si hubiera llegado Un día Después de Mañana se muere, pues llevaba Cien Años de Soledad. Agregó que tuvieron que pasar La Odisea para traerlo, pues  Alí Babá  y los Cuarenta Ladrones lo tomaban por El Enviado.
En La Cabaña del tío Tom, entre Noches Blancas, el güey Pedro Páramo contaba las Leyendas de El Llano en Llamas. Las Narraciones Extraordinarias fueron interrumpidas por Don Pedro Calderón de la Barca, quien dijo que el pirómano no fue condenado porque El Señor Presidente y El Alcalde de Zalamea andaban  con Los Seis Personajes en Busca de Autor. En la disputa intervinieron Octavio Paz, Rubén Darío, Sor Juana Inés, San Juan de La Cruz y el resto de la calaña homérica, e interpretaron el Canto a mí Mismo. Neruda no quiso participar, alegando Cosas Añejas, y que Veinte Poemas de Amor y una Canción Desesperada son las Prosas Profanas de La Eneida. En La Fiesta del Chivo, Orfeo y Pan tocaron la lira, se le unió El Flautista de Hamelín. Beethoven y Bach los acompañaron al piano, mientras La Piel del Tambor sacaba Danza del Instinto a La Reina del Sur. Finalizada La Divina Comedia, se paró Pericles e improvisó El Discurso Maestro de Jesucristo. Séneca protestó diciendo Así Habló Zaratustra en el Discurso del Método, y que por lo tanto no podría estar en su Libro de Oro. Flavio Josefo intentó hacerlo Antigüedades Judías, pero Por Miedo a los Judíos lo cedió a la inspiración de Elena de White quien lo convirtió en El Deseado de Todas las Gentes.
Once Minutos De Amor y de Sombra estuve en La Casa de los Espíritus, y escuché a La Cenicienta contar Los Cuentos de Eva Luna, mientras La Suma de los Días marcaba La Vuelta de Martín Fierro. En mis Locuras de Tiempo Extra entré a la posada donde María y Los Habitantes aguardaban El Regreso del Hijo Perdido. El Oscuro de sus ojos me recordó El Túnel. En la habitación del lado, Santiago aun no se despertaba del sueño en que cayó después de La Pesca Milagrosa. Lo miré y tuve que Reír Llorando, pues La Vida es Sueño. Cuando iba saliendo El Paciente Inglés me miró con su rostro Azul y me dijo, ahora es cosa de El Viejo y el Mar
Cansado de Huir me detuve en Un Lugar Maldito para ver un Duelo de Titanes. Allí me encontré a El Hombre de Texas y a Prosper Merime. El primero me preguntó si en el Valle Trágico había visto a su hijo, El Prometido de “Nora”. Como no sabía qué decirle, lo entretuve con La Fábula de José. Caminamos Al Paso de los Sabios Senderos de la Filosofía y tomamos el Tranvía a la Malvarrosa, desmontándonos en El Hogar Cristiano donde  El Peregrino leía el Libro de Buen Amor. Cristiano nos contó que en Andalucía, José había matado a Carmen por celos y que El Crimen, un Pacto de Sangre, sería expiado colgando a El Lapicida de los Ojos Morados.  Después escuchamos Los Relatos del Peregrino Ruso, quien contó que había pasado por Lesbos, y que allí le informaron Dafnis y Cloe de la muerte de Longo. Este Padre Rico, Padre Pobre en sus correrías visitó a Alicia en el País de las Maravillas, recorrió El Libro de la Selva, vivió entre Los Miserables, partió La Naranja Mecánica, escribió Cuentos que no son Cuentos, aportó a La Vida del Lazarillo de Tormes, y realizó La Vuelta al Mundo en 80 Días. En cuanto a Los de Abajo, hizo 20,000 Leguas de Viaje Submarino, envió mensajes De la Tierra a la Luna, cultivó Las Flores del Mal, realizó El Retrato de Dorian Gray, firmó El Contrato Social, conoció la Historia de la Vida del Buscón, a El Burlador de Sevilla, El Mercader de Venecia, El Monje que Vendió su Ferrari, y a El Vendedor Más Grande del Mundo. Defendió a Judas Iscariote el Calumniado, consiguió El Sí de las Niñas, estudió la Genealogía de la Moral, participó de la Rebelión en la Granja, donde estudió las Memorias del Subsuelo. También conoció la Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias, albergó El Diablo en el Cuerpo, Misericordia, si esto son Pequeñeces, decía entre suspiros, “Humano, Demasiado, Humano”, agregó. Luego hizo una pausa, y continuó. Consolé las Penas del Joven Werther, amé a Pepita Jiménez, profeticé a Hamlet, grabé la Canción de Navidad, luché con Don Álvaro o la Fuerza del Sino, cristianicé las Fábulas Morales, escribí Flush, una Biografía, lloré La Muerte de Iván Ilich, sentí temor de ser borrado de El Libro de la Vida, fui consejero de Edipo Rey, El Cartero de Pablo Neruda, contemplé La Gloria del Olivo, esperé en el Encuentro en “Montaña Roja”, corrí 100,000 Kilómetros Tras los Ovnis,  participé en la expedición Caballo de Troya, denuncié La Conspiración, me uní  a La Búsqueda del Santo Grial, visité La Fortaleza Digital a donde me guiaron Ángeles y Demonios, me reuní con los Illuminati, perdí Un Amor de Swann, soporté Una Gestapo en América, probé Lunas, Penas y Gitanos, seleccioné Los Mejores Relatos de Roald Dahl, critiqué La Homo Sexualidad al Desnudo, entendí Los Poemas Filosóficos del Rey Salomón, difundí Historias de Vida, Muerte y Lejanías, sentí La Incesante Agonía del Regreso, comí con El Principito, vendí El Escarabajo de Oro, indagué en El Caso del Futbolista Enmascarado, recibí Cartas desde Nigeria, rescaté a Los hijos del Capitán Grant, escogí Lecturas Selectas, caminé El Paraíso sin Adán y  en él enseñé a El Búho que no Sabía Ulular. Fui Pasajero a la Hispaniola donde caí Preso, pero me ayudó a escapar Una Mujer en Caracol, después descubrí Un Gato en el Palomar y Un Lobo Entre las Ovejas, leí los Cuentos de Amor de Locura y de Muerte, copilé las Novelas Ejemplares, caminé con Don Segundo Sombra, investigué El Extraño Caso del Dr. Jekyll y del Sr. Hyde, conocí al Hombre que Fue Jueves, leí las Novelas de San Petersburgo, jugué con los Palomos, derribé a El Gran Gatsby, cacé El Rinoceronte, viví con Marianela, serví a Doña Bárbara, aprendí a Escribir en Femenino, recité Los Versos del Capitán, averigüé porqué Los Hombres son de Marte las Mujeres son  de Venus, escuché a Frankenstein, hice Poemas Humanos, traduje  Popol Vuh, me entusiasmé con El libro de las Maravillas, organicé el Despalabro Total, transcribí la Narración de Arthur Gordon Pym, comí en los Días de Carne, inventé la receta Para Animar un Corazón, escuché los Testimonios para la Iglesia, conocí a Demián, a Narciso y Goldmundo, y Las Hermosas Enseñanzas de La Biblia, le gané a El Jugador, traduje las Memorias de Adriano, me formé con el Homo Videns, creí que Dios Vuelve en una Harley, envié Un Mensaje a García, compré El Jarrón Azul, medité en la Filosofía del Silencio escuchando El Silencio de mi Alma, acompañé a El Cazador, me enteré de la Historia de un Hombre Contada por su Esqueleto, di El Aplauso del Cielo, conocí a Charlie y la Fábrica de Chocolates, averigüé con Fisgón ¿Quién se ha Llevado mi Queso?, fui El hombre Más Rico de Babilonia, descifré El Código Secreto de La Biblia, oí Historias que no Cuentan, conquisté a La Galatea, sopesé La Insoportable Levedad del Ser, comprendí La Verdad Restaurada, compré La Perla de Gran Precio, medí Versos en Arte Menor, relaté Doctrinas y Convenios, transcribí El Libro de Mormón, adapté El Corán, practiqué El Arte de la Guerra, rescaté a Robinson Crusoe, participé en el Ocaso de los Ídolos, fui amigo de El Rey Lear, y hasta entendí La Importancia de Llamarse Ernesto, pero nada de esto fue Un Mundo Feliz. “Acce Homo
Cuando retomé  El Camino a Cristo encontré a alguien que venía de La Guerra del Fin del Mundo. Se le notaba Bajo Presión. Lo cuestioné, Quo Vadis?, pero no contestó. Entonces entendí la expresión De Profundis. Un colombiano se me acercó, y con timidez me dijo “El Coronel no Tiene Quien le Escriba, pues aun sigue El general en su Laberinto”, después oí al coronel refunfuñar, “Y si la Guerra Continúa, Mierda” luego se deshizo en la Memoria de mis Putas Tristes.
Luís Pie me alcanzó Un Día de Cólera, venía montado en La Mañosa, y me contó que Hay un País en el Mundo apodado La Isla al Revés, donde El Plan Trujillo fue Pesado en Balanza, “Cosas de Hipólito”, decía entre dientes. “Mis 500 Locos ya están muertos… algo nos interrumpió. Por la sabana alguien venía, apenas era La Mancha Indeleble  sobre el pasto. “Mi Compadre Mon”, gritó Pie, y ambos se abrazaron con La Fuerza del Sheccid. Compadre, El Masacre se Pasa a Pie, dijo el recién llegado. Solo debemos invocar a El Cristo de la Libertad, quien nos quitará La Venda Transparente que nos impide formar nuestra Grecia Eterna. Bien contaba Esperanza, mi mujer, continuó Mon, cuando Los Carpinteros cantaban el Poema de la Hija Reintegrada, mientras picaban Los Mangos Bajitos, y La Sangre daba vida a los Cerros Ensangrentados. Ahora nació allá El Hombre de los 100 Corazones, Enriquillo y dicen  que es nieto de La Hija del Comandante…no pude seguir escuchando, pues se fueron en busca de El Oro y la Paz.  
Una vez encontré entre la maleza Los Cuadernos de Don Rigoberto, allí leí las Travesuras de la Niña Mala, El Sueño del Celta y Conversación en la Catedral. 
En Las Cumbres Borrascosas de La Montaña Mágica, A Este Lado del Paraíso, El Señor de las Moscas, con Las Babas del Diablo mojando su Sueño de una Noche de Verano, balbuceó, “El Jefe Iba Descalzo” Allí fue el Ocaso y Viaje Hacia Ti. A Pesar de Todo ¡Que Linda es la Vida!Confieso que he Vivido La edad de Oro Más allá del Bien y del Mal, aunque no tenga idea de El Arte de Amar”. El volar de las Hojas de Hierba con su Presencia de Humo anuncia El Conflicto de los Siglos. Un Grito Desesperado se produjo Cuando Murieron mis Dioses, pues apareció El Profeta y sentenció “Te Llamaré Viernes”, pero El Avaro no denunció a Los que Falsificaron la Firma de Dios ni La Cara Oculta de la Globalización, y sin embargo permitió Los Paraísos Artificiales, Los Sueños, La Utopía, El Caminante y su Sombra, Crimen y Castigo, los Cuentos, Historietas y Fábulas, El Anticristo, El Fantasma de Canterville, el Bacá, Los Infortunios de la Virtud, y El Diccionario del Diablo.  Ese fue El Año de las Desapariciones, pues comenzó La Guerra de los Dioses… 

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